-¿Eres feliz? –Ella le hace un gesto afirmativo con la cabeza. Luego abre los ojos. Húmedos y arrobados, anegados de minúsculas lágrimas transparentes, brillantes de amor, preciosos. Él la mira.
-¿Qué pasa?
-Tengo miedo.
-¿De qué?
-De no volver a ser nunca tan feliz…
Jobá que bonita la entrada :') Gracias por seguirme , yo tambien lo haaré Muchos besazos :)
ResponderEliminarque lindo lo que escribiste. Es cierto, a veces pasa que por tener miedo a algo que vaya a pasar en el futuro, no nos permitimos disfrutar de lo que nos hace felices en el presente.
ResponderEliminarme gusta mucho tu blog! gracias por seguirme. Te sigo tambien. Un abrazo!